domingo, 26 de junio de 2011

Sobre la tolerancia

          No estoy de acuerdo con lo que me dices, pero lucharé hasta el final para que puedas decirlo. Voltaire

          La tolerancia es un concepto relativamente reciente, al menos en su forma actual. Se trata de un concepto hijo del liberalismo y de la Ilustración, que encuentra sus mejores versiones en la Carta sobre la tolerancia de John Locke y el Tratado sobre la tolerancia de Voltaire.
          El origen de la tolerancia está, paradójicamente, en la intolerancia, concretamente en la que provocó el fanatismo religioso que desembocó en la Guerra de los Treinta Años. Fueron los miles de asesinatos perpetrados en Europa en nombre de la religión lo que inspiró a Locke la necesidad de defender la libertad religiosa, y con ella la libertad de conciencia en general.
          ¿Qué es la tolerancia? No es, como muchos creen, respetar las opiniones ajenas, por mucho que tertulianos y opinadores en general empleen con profusión la muletilla "es mi opinión, y la tienes que respetar". La tolerancia no se aplica a palabras u objetos, porque palabras u objetos no son merecedores de respeto porque no detentan por sí mismos dignidad alguna. No merecen pues respeto las opiniones porque al ser criticadas no ven menoscaba una dignidad que no tienen, pueden estar fundadas o infundadas, ser verdaderas o falsas, argumentadas o arbitrarias, pero no son dignas ni indignas. La dignidad es una cualidad de los seres humanos, o mejor dicho, es aquello que nos hace ser humanos.
          Así, si el respeto se basa en la dignidad, y ésta es privativa de los seres humanos, esto quiere decir que la tolerancia solo se aplica a ellos. La tolerancia tiene pues que ver con respetar a otros seres humanos, ¿a cuáles? Pues no a todos como se suele creer. Todos los seres humanos poseen dignidad, y por tanto todos son merecedores de respeto, pero eso no quiere decir que toleremos a todos los seres humanos. ¿Quiénes requieren ser tolerados por mí? Aquellos que tienen unos valores contrarios a los míos. Solo se puede ser tolerante frente a lo que es molesto o se juzga negativo, ¿o es que acaso yo tolero a mis amigos o a mis compañeros de partido o de confesión? A quien tolero es a quien no soporto, a aquel cuyas ideas me parecen equivocadas o cuyos valores juzgo repulsivos. ¿Qué habría de tolerarle a aquel con quien todo lo comparto, con quien estoy perfectamente de acuerdo? No, la tolerancia se ejerce sobre aquel que no me gusta, tolerar es esforzarse por respetar.
          Por esta razón no solo no tiene sentido defender que toda opinión ha de ser tolerada, sino que dicha idea es de hecho contraria a la tolerancia, porque quiere decir que las ideas intolerantes son tan válidas como las tolerantes, que las afirmaciones falsas lo son tanto como las verdaderas. En fin, si llegásemos a asumir efectivamente que las opiniones son merecedores de respeto y objeto de tolerancia, tendríamos que poner fin a todo debate, porque ello implicaría la renuncia a justificar las opiniones, dado que opine yo lo que opine todas las opiniones valen lo mismo. El nivel de las tertulias de nuestro país es buena prueba de las consecuencias de asumir dicho principio.
          Pero no, la tolerancia se ejerce sobre las personas, y reconoce el derecho de dichas personas a estar equivocadas o ser inmorales (desde mi punto de vista) y no ser discriminadas o violentadas por ello. Sus ideas y valores podrán ser criticados hasta la saciedad, pero no se les podrá hacer renegar de ellos mediante violencia porque, entre otras cosas, como dice Locke "la fuerza no persuade". Y aquí es donde cobra algo de sentido la idea de respetar las opiniones, cuando lo que significa es no descalificar a quien las sostiene por el mero hecho de hacerlo. La tolerancia conlleva que aquel que no piensa como yo podrá defender sus ideas y yo no recurriré a la descalificación personal a la hora de juzgar dichas ideas. Juzgar las ideas y no a las personas, eso es tolerancia. Persuadir mediante la argumentación no es imponer mis ideas, sino hacerlo mediante la coacción o la violencia. Yo tengo no solo el derecho, sino probablemente el deber de persuadir al racista de que su idea de que hay razas superiores e inferiores es inmoral y además científicamente falsa, y no por ello estaré siendo intolerante, lo seré si en lugar de persuadirle con la fuerza de la razón le convenzo con la fuerza de mis músculos o mis armas.

          El 15M se afirma pacífico, y lo es, y la mayoría de sus miembros lo son. ¿Es tolerante? No se puede ser pacífico sin ser tolerante, luego lo es. ¿Lo son la mayoría de sus miembros? Lo son, pero me temo que no todos. Algunos miembros del 15M han demostrado no ser siempre tolerantes con sus correligionarios. Se trata de casos aislados y minoritarios, pero debemos tratar de evita resta intolerancia porque recordemos que la revolución será plural o no será. No podemos entrar en descalificaciones personales debido a nuestras diferencias como las que han proliferado los dos últimos días en twitter. Ni debe permitirse abucheos como los que escuché en alguna de la últimas asambleas de Sol cuando alguno de los asamblearios declaró haber votado al PP. Oigamos lo que cada uno tiene que decir y no pensemos en el origen de aquello que se dice.
          La tolerancia no implica la renuncia a mis propias ideas, sino el respeto hacia aquel que no las comparte. Sin tolerancia no hay convivencia posible más que mediante la purga sistemática del disidente, pues solo así podré convivir con aquellos que piensan como yo y que por tanto no requieren de mi tolerancia. Si hay un valor que hace posible la democracia ése es la tolerancia, porque sin ella no hay pluralismo, y sin pluralismo no hay libertad.
          Por otra parte internet, cuna del 15M, es una fantástica escuela de tolerancia. En la realidad nuestras pintas nos delatan, pequeños códigos de etiqueta nos permiten adivinar más o menos los colores ideológicos del auditorio y sucumbir al fenómeno de la conformidad. En internet no hay apariencias (aunque es cierto que hay nicks muy explícitos), no sabemos de qué pie cojea cada uno, y ello nos enseña a hablar para todos, con respeto, y eso es practicar la tolerancia. Nada peor para la tolerancia que hablar solo con aquellos que piensan igual que yo, y nada peor también para el progreso y la razón. En internet hablamos con cualquiera, pero esto no debería llevarnos a tratar a los demás "como a un cualquiera", sino lograr encauzar nuestras ideas y sentimientos de forma no ofensiva, lo cual no supone renuncia alguna a expresar y defender dichas ideas y sentimientos.
          Me ha costado aprender esta lección, pero es aquello por lo que más agradecido le estoy a la red, por enseñarme a hablar para todos y a escuchar a todos. Recordaré aquí unas palabras de Alex de la Iglesia: "He aprendido que dialogar con personas que te llevan la contraria es mucho más interesante. Puede resultar incómodo al principio, (...)." Pero es que el verdadero diálogo solo puede llevarse a cabo con quien no piensa como yo, lo contrario es un monólogo con distintas voces. Dialogar supone estar dispuesto a cambiar mi punto de vista si me dan una buena razón para hacerlo, y renunciar a todo aquello que no sea la razón para defender dicho punto de vista. Internet es una escuela de diálogo, es el único medio ya en el que existe, no lo perdamos. Me parece una lástima llevar los malos modos de la discusión televisiva o radiofónica a la red, intentemos evitarlo.

viernes, 24 de junio de 2011

El referéndum del 15O y el movimiento 15M

          Esta tarde se reunen en el Patio Maravillas a las 19:00 horas Democracia Real Ya y los organizadores del controvertido Referendum del 15 de Octubre, muchos esperamos que dicha reunion arroje cierta luz sobre esa controversia, pero al margen de lo que allí ocurra pueden juzgarse ya algunos de sus elementos.
            Lo primero que hay que preguntarse es "¿es una buena idea ese referendum?", y personalmente tengo mis dudas. Primero por la fecha en que se ha convocado, pues ya hay convocada una manifestación global para ese día por parte de DRY. Segundo por el hecho mismo, ¿por qué iba a entregar mis datos personales a unos desconocidos? Tercero porque es improbable que sea un éxito, pues entiendo que no serán pocas las reticencias a la hora de confiar el DNI a quien no se conoce, y el 15M necesita acciones masivas (en cierto sentido, nuestro número sustituye como arma a la violencia). Y por último las formas, porque ciertamente no hay un poder ejecutivo en el 15M, pero hay organizaciones que representan a mucha gente como las asambleas, acampadas, DRY, Juventud Sin Futuro o #Nolesvotes, y no costaba nada informarles de la iniciativa del referendum antes que a la prensa (especialmente deberían haber informado a DRY que ya tiene convocado un acto para el 15 de Octubre), y además me consta que hay al menos una persona que se ha dirigido a los promotores del referendum pidiendo información y se ha sentido insultada y maltratada con la respuesta que obtuvo.
          Lo segundo que hay que preguntarse es "¿tienen derecho a convocar dicho referendum?", y creo que sin duda. No creo que haya nadie con autoridad para expedir carnets de "legítimo 15M". La fuerza del movimiento 15M es su pluralidad y su falta de mando único, cualquier iniciativa cuyas propuestas coincidan con parte de lo que viene reivindicando el 15M tiene perfecto derecho a ser impulsada. Me temo que he leído algún blog y visto algunas reacciones a la convocatoria del referendum un poco estalinistas: cuestionando la procedencia de alguno de los impulsores del referendum (pero deberíamos criticar las propuestas, no quien las hace) y extendiendo el bulo de que un partido político (concretamente UPyD) estaba detrás. El 15M se juntó gente de muy diversas ideologías, y entre otras cosas eso hizo grande al 15M, andar ahora juzgando las ideologías de cada cual sí que me parece muy contrario al movimiento 15M. Además, sencillamente es imposible ser antidemócrata y proponer algo en el espíritu del 15M, porque precisamente si hay algo que suscita el consenso unánime de los miembros del movimiento es la defensa de la democracia. ¿Cómo se repara el mal de una acusación infundada? El bulo de que se trata o bien de fascistas o bien de marionetas de UPyD (que están muy lejos de ser fascistas, por cierto) ya ha corrido y seguirá corriendo, el daño está hecho. Sencillamente prefiero que se me escape un culpable a acusar injustamente a un inocente, y no querría que el movimiento 15M empiece a generar purgas, rechazo a la disidencia y sospechas continuas de boicoteo.
          Lo tercero que hay que preguntarse es "¿beneficia al movimiento?", y de momento, tal y como se han llevado a cabo las cosas, no lo parece, aunque es cierto que ha tenido mucho éxito en la prensa. Ha generado reticencias y algunas personas se han sentido manipuladas, lo cual ha llevado a verlo como una iniciativa oportunista y secesionista. Y lo sea o no, generar esa paranoia, cuyo origen es un miedo con cierto fundamento debido a la fragilidad del movimiento fruto de su pluralidad, es una consecuencia muy negativa de la iniciativa. Probablemente se trata de un daño colateral... pero era previsible y por ello debería haberse tenido en cuenta y haberse prevenido.
          En fin, espero que estas reflexiones ayuden en parte a calmar los ánimos, pues no es otro su objetivo, pero he escrito esta entrada algo precipitadamente y espero no estar haciendo aquello que les reprocho a los organizadores del referendum a cuyo contenido, por cierto, tal vez me refiera en futuras entradas del blog, aunque casi podría remitir a la primera de todas #consensodeminimos.

martes, 21 de junio de 2011

Las falacias del poder

          La pregunta que, por desgracia, más me hacen mis alumnos de Filosofía es: "¿Y esto para qué sirve?" La respuesta es bien sencilla: "Para nada." Ni sirve para construir puentes, ni para detectar adenocarcinomas, ni para describir el movimiento de las placas tectónicas. La filosofía no sirve para nada concreto porque no tiene una función propia, un objetivo determinado, un producto final específico. ¿Por qué estudiarla entonces? Porque la filosofía no sirve para nada porque sirve para todo. Es una asignatura instrumental como la lengua y las matemáticas, porque toda disciplina requiere del pensamiento y la filosofía trata de enseñar a pensar. Todos sabemos pensar, claro está, pero de igual modo todos sabemos correr, y eso no quita que entrenando logremos correr mejor, más rápido y mayores distancias. La filosofía es ese entrenamiento intelectual que nos enseña a pensar mejor.
            Nótese que la filosofía no enseña qué pensar, sino cómo pensar. Enseñar filosofía no es, o no debería ser, adoctrinar. Cada uno dotará de contenido a su pensamiento mediante su propia experiencia, la filosofía es tan solo el instrumento que engarza racionalmente ese contenido. Y entre las distintas ramas de la filosofía hay una que es el instrumento por excelencia del pensamiento. Tanto es así que Aristóteles la bautizó como "órganon", que en griego significa precisamente "herramienta" o "método". Esta herramienta es la lógica, y entre su muchas utilidades "no productivas" está la de servir para denunciar las falacias, es decir, aquellos argumentos que, aun aparentando ser correctos (y por ello resultan convincentes y se recurre a ellas), sin embargo no lo son, esto es, su conclusión no se sigue lógicamente de las premisas.
            Voy a desgranar aquí algunas de las que se han venido empleando contra el movimiento 15M, deduciendo falsamente de ellas que los indignados no tienen razón al plantear sus demandas. Esta es mi clase particular de lógica para políticos y tertulianos.

            Falacia ad hominem (contra el hombre): "Los del 15M son perroflautas (o sediciosos, antisistema, totalitarios, mastuerzos...)." Esta falacia consiste en ignorar el razonamiento y tratar de desautorizar a aquel que lo lleva a cabo, pero Hitler no tendría menos razón por el hecho de serlo al decir que dos y dos son cuatro. Incluso aunque fuera cierta la afirmación de que todos los indignados somos perroflautas, de ello no se seguiría lógicamente la incorrección de nuestras reivindicaciones.

            Falacia ex pópulo (desde el pueblo): "22.971.350 votantes el 22-M, 125.000 manifestantes el 19-J" (Titular del diario La Razón del 20 de junio de 2011) Esta falacia consiste en deducir que la opinión contraria es falsa por el hecho de ser minoritaria, pero en el año 1500 una amplia mayoría creía que la Tierra estaba inmóvil y a su alrededor giraban el resto de los astros, pero el que fuera una creencia mayoritaria no la hacía verdadera. El número de personas que defiende una idea no implica lógicamente la verdad o falsedad de dicha idea.
            Por cierto, que de admitirse el argumento (y el muy discutible dato del número de manifestantes) de La Razón, habríamos de concluir también que la mayor parte de los españoles está a favor del terrorismo, dado que en ninguna manifestación contra el terrorismo el número de asistentes ha sido mayor que el de aquellos que no se manifestaron. Por otra parte habría que añadir que La Razón incurre aquí también en una falacia categorial pues la categoría de los manifestantes y la de los votantes son inconmensurables a efectos lógicos, ¿o acaso es lógicamente imposible que, por ejemplo, un votante en las elecciones del 22 de mayo se manifestase anteayer, o que alguien que defienda las ideas del 15M, votara el 22 pero no se manifestase el 19 de junio? De hecho las encuestas que se han hecho al respecto mostraban un apoyo del 73% de los encuestados al movimiento 15M, de lo que se deduce que muchos que apoyan al 15M se quedaron en sus casas el 19 de junio, y superan con creces al 22% del censo electoral, que es el apoyo que recibió el partido que resultó vencedor de las últimas elecciones (sí, un apoyo del 22% del total de los votantes se considera "la mayoría de los votantes").

            Falacia de asociación: "Ir en contra de los partidos es lo que hacían los nazis... No ser ni de izquierdas ni de derechas es lo que defiende la ultraderecha... Las democracias con adjetivos históricamente no han sido auténticas democracias..." Esta falacia consiste en relacionar dos cualidades no esenciales de dos conjuntos para deducir que ambos conjuntos son equivalentes: dado que los indignados rechazan los partidos (en realidad solo dos o tres) y los nazis rechazaban los partidos (salvo el propio), entonces los indignados son nazis. O del mismo modo, dado que considero que Wagner es un gran compositor y los nazis consideraban que Wagner era un gran compositor, entonces soy un nazi. Pero el caso es que no existe una relación necesaria entre rechazar los partidos políticos (suponiendo que eso fuera lo que hacemos los partidarios del 15M) o disfrutar con la música de Wagner, y el nazismo.
            Habrá quien considere que sí es un rasgo definitorio del nazismo su oposición a los partidos, pero el caso es que todos los totalitarismos han consistido en el gobierno de un único partido (el nacionalsocialista, el fascista, el comunista...), luego a lo que se oponen los totalitarismos no es a los partidos, sino al pluralismo político. ¿Se opone el 15M al pluralismo político? Todo lo contrario, considera que el bipartidismo imperante limita el pluralismo. Lo que ocurre es que los miembros y voceras del PPSOE tienen tan interiorizado que el voto les pertenece, que son los únicos partidos votables, que entienden toda crítica contra sus partidos como una enmienda a la totalidad (de ahí que confundan "no les votes" con "no votes"). Para terminar adviértase que en los casos citados (oídos de tertulianos del programa Alto y claro de Telemadrid, y de la propia Presidenta de la Comunidad de Madrid) se combina la falacia de asociación con una falacia ad hominem, pues lo que se hace es deslizar la idea de que los indignados son totalitaristas y por tanto sus ideas son equivocadas. Y en este punto he de pedir al lector que repase lo ya dicho respecto a la falacia ad hominem.

            Falacia de generalización indebida: "Ha habido incidentes violentos luego el movimiento 15m es violento." Esta falacia consiste en, a partir de un número limitado de casos, inferir una conclusión general en que se afirma que dichos casos representan la totalidad de los hechos. Del mismo modo, yo podría deducir del hecho de que todos los habitantes de Rentería que conozco son del Atlético de Madrid, que todos los habitantes de Rentería son del Atlético de Madrid (el problema es que solo conozco un habitante de Rentería). Esta falacia se ve sujeta al problema general de la inducción, y en particular supone una violación del método científico y de las reglas de la lógica en tanto que "algunos" y "todos" no delimitan conjuntos equivalentes.

            ¿Y cuál es la idea que todas estas falacias son incapaces de falsar? ¿Qué defiende globalmente, dentro de su heterogeneidad, el 15M?
            Que una democracia en la que no existe separación efectiva entre poder ejecutivo, legislativo y judicial; una democracia en que la soberanía popular se ejerce solo cada cuatro años; en que los representantes de dicha soberanía no tienen capacidad de gobierno frente a fuerzas externas y por tanto no son ellos sino otros, que no se representan más que a sí mismos, quienes realmente gobiernan; una democracia en que los representantes de dicha soberanía popular no consultan al pueblo antes de tomar decisiones fundamentales, con lo cual dichas decisiones son percibidas como ajenas a la soberanía popular; una democracia en que los representantes de la soberanía popular son inmunes a sus errores y solo se hacen responsables de sus aciertos; una democracia en que miles de votantes no se ven representados porque los votos no valen lo mismo en todas partes; pues bien, una democracia así, con estas carencias, no es una democracia plena.
            Y me atrevo a afirmar que aquellos que están en contra del 15M no tienen más remedio que recurrir a sofismas porque sencillamente es muy difícil ser demócrata y no estar indignado ante los defectos de nuestra democracia.

martes, 14 de junio de 2011

La liga PPSOE I

            Existen más parecidos de los que todos querríamos entre la Liga BBVA (antes llamada Primera División) y nuestra vida política.
            La primera de estas semejanzas es que en ambos casos solo hay dos auténticos candidatos al título y el resto de participantes son meros comparsas que se disputan las sobras, y como mucho pueden aspirar a darle la victoria a los unos más bien que a los otros si en sus enfrentamientos directos hacen un buen partido.
            Otra similitud más entre liga de fútbol y política es que el equipo que pierde es incapaz de asumir su derrota, y culpa de ella al resto de equipos de la tabla por haberle vencido, como si no fuera la obligación del Athletic de Bilbao, del Sporting de Gijón, de UPyD o de IU tratar de ganar todos los partidos y lograr el mayor número posible de puntos, sino contribuir o no a la victoria de los dos equipos que aspiran al título.
            Por fin, en ambos casos también, los dos principales equipos cuentan con más posibles y mayor poder mediático que el resto, poseyendo un par de medios de prensa a su servicio, lo cual genera un círculo vicioso que perpetúa esa situación privilegiada.
            Pero la semejanza más preocupante es la que se refiere no a los propios equipos, sino a sus seguidores, a los motivos por los cuales se apoya a un equipo o a otro, y es especialmente preocupante porque en principio la política debería tener que ver con la razón y el fútbol con el sentimiento, pero no, la adhesión al PP o al PSOE de muchos de sus votantes a menudo parece más bien cuestión de entrañas que de meninges.
            No hace falta decirlo: hay de todo. Pero una inquietante masa de votantes de los dos principales partidos son, como los intransigentes del fútbol, ciegos a las faltas que comete su equipo, a los malos modos de sus integrantes, a los errores arbitrales a su favor y a los méritos del rival. Hay una clara confusión entre lo que es bueno para el fútbol, esto es, para España, y lo que es bueno para mi equipo, para mi partido.
            De este modo reina en la política un maniqueísmo de una ingenuidad culpable e indignante: los míos son los buenos y los otros son los malos, los míos quieren lo mejor para el país y los otros robar, aprovecharse o enriquecerse, los míos y sus medios afines son sinceros y los del otro ruines y deshonestos. Y a esta forma de leer la realidad sigue un corolario temible: los votantes (seguidores) de mi partido (equipo) son buenas personas, y buscan lo mejor para todos, y los del otro son malvados y persiguen fines espurios. Y esto aunque los votantes de mi partido, como yo, voten a un político corrupto, porque los casos de corrupción de los jugadores de mi equipo, perdón, las sucias entradas de los miembros de mi partido, no son reales, son calumnias debidas a la maledicencia del rival, que él sí que es corrupto.
            Parece pues que lo de apoyar al PSOE o al PP y creer en su honestidad es mera cuestión de fe y no de conocimiento, tan solo depende de a qué profetas esté uno dispuesto a seguir y cuál sea el libro sagrado que lea cada uno. Y por ello se está en la obligación de comprar el pack completo: si criticas algunos aspectos, le haces el juego al rival, fuera la disidencia. O eres amigo o enemigo, o estás conmigo o estás contra mí.
            Pues bien, si en fútbol resulta grotesca la pretensión de que un equipo encarna el bien frente al mal, que uno es el equipo del gobierno y el otro de la oposición, es más, que uno es el equipo del establishment mientras que el otro es el rebelde adalid de la libertad cuando... ¡ambos equipos son el poder y ninguno! Esto es, si la politización del fútbol es ridícula, la futbolización de la política es lamentable, porque el fútbol es un juego nada más, y la fidelidad a unos colores tienen que ver con un sentimiento nostálgico, con amor a los recuerdos, a lo vivido con tu equipo, en realidad con la fidelidad a uno mismo, al niño que en su día se hizo de ese equipo. Y a ese niño es al que traicionaríamos cambiando y por eso no se puede cambiar de equipo en fútbol, aunque se odie al presidente, al entrenador, a los jugadores y al patrocinador, porque es absurdo racionalizar el deporte y buscar causas ideológicas para ser de uno u otro equipo.
            ¡Pero con la política debería ser al contrario! Y sin embargo parece que el ser del equipo PSOE o PP es inamovible, una convicción irrenunciable. Da igual lo que hagan unos u otros el apoyo es incondicional, porque siempre existirá la excusa ad hoc de la "buena intención" de los míos y los "intereses particulares" de los otros.

miércoles, 8 de junio de 2011

Recuerda siempre Sol

          La asamblea de Sol ha decidido levantar la acampada. Sabia decisión: dejar de estar en Sol para que Sol sea siempre nuestro.

          Por primera vez desde el 15M voy a dejarme llevar por la euforia y abandonarme sin miedo a la ilusión de ojos húmedos que me ha embargado cada vez que he estado en Sol. Mi escepticismo no ha hecho más que darse de bruces con la realidad de la acampada: no ha habido estalinismo, ni cabecillas, ni violencia, unos pocos no han usurpado el movimiento de muchos, se ha sabido rectificar en aras del consenso, se reinventaron las asambleas cuando empezaron a ser un lastre. Mis miedos basados en anteriores experiencias emancipatorias se han revelado vergonzante desconfianza.
          Para los que hemos colaborado con Sol sin estar acampados, la plaza ha leído, escuchado y atendido nuestras propuestas. Cuando un segundo manifiesto recibió severas críticas en madrid.tomalaplaza.net, Sol nos sorprendíó con las cuatro líneas de debate como consenso de mínimos, cuando a todos nos pudieron las dudas, Sol supo mantener la calma. No tenemos prisa porque vamos muy lejos.

          Recuerda siempre Sol.

          Recuerda que no es cierto que estés sol@.
                          que no es cierto que a nadie le importe.
                          que no es cierto que no haya nada que hacer.

          ¿Qué hay que hacer? Indignarse, resistir.

          Recordemos a Stéphane Hessel, su panfleto ¡Indignaos! al que tanto debe el 15M. Porque eso somos, un movimiento de resistencia. En la Resistencia francesa coincidieron comunistas, gaullistas, militares, exiliados españoles, socialistas, liberales... el bien común, vencer al nazismo, borró las facciones. La resistencia no entiende de programas ni de agendas políticas.
          Recordemos otro movimiento de resistencia en España, otra acampada en Madrid: en septiembre de 1994 tuvo lugar una acampada en el Paseo de la Castellana delante del Ministerio de Economía y Hacienda reclamando que la Ayuda Oficial al Desarrollo alcanzara el 0’7% del PIB. Allí tampoco estuvieron los partidos ni los sindicatos.
          La resistencia es una revolución con ideas y sin ideologías, es la lucha contra la injusticia, sin banderas. Y no es solo un muro, es también una punta de lanza: la Resistencia liberó Francia. Con nuestra resistencia pacífica reconquistaremos la política que nos han arrebatado unas pocas multinacionales, los bancos y las agencias de calificación. Resistiremos, recuperaremos el control sobre nuestras vidas, la democracia real, nuestra libertad.

          Por eso, cada vez que amanezca en Madrid y recuerde que no hay una escuela infantil para mi hijo, que en mi instituto cada vez somos menos profesores y más alumnos, que mi centro de salud y mi hospital de referencia los gestiona una empresa privada, entonces, para no sumirme en el desánimo y resignarme a mi papel de marioneta en manos del poder me diré: RECUERDA SOL.
          Recuerda el ágora, los días de auténtica democracia que viviste, los momentos en que todos purgamos nuestra rabia individual convirtiéndola en indignación colectiva, los días en que Madrid resistió contra la arbitrariedad de sus gobernantes.

          Recuerda siempre Sol.

domingo, 5 de junio de 2011

Feminismo para dummies II

          En la primera parte hice una breve semblanza del feminismo, una vez hechas las pertinentes  aclaraciones respecto a aquello que caracteriza al movimiento feminista, quisiera explicar por qué algunas acusaciones vertidas comunmente contra el feminismo no están justificadas. Y voy a basarme en los comentarios que he podido leer en http://madrid.tomalaplaza.net/2011/06/03/comunicado-feminismo-agresiones-acampada/ al comunicado de la comisión de feminismo.

      - En primer lugar, se emplean para atacar al feminismo algunas decisiones que son motivo de debate dentro mismo del movimiento. No todos los feministas (véase mi propio ejemplo) defienden el uso de lenguaje inclusivo en cualquier circunstancia e independientemente de la corrección lingüística, no todos los feministas defienden medidas de discriminación positiva tales como cuotas mínimas de mujeres en listas electorales u organismos públicos. Así, deberían ser las medidas concretas las que recibieran las críticas, no el conjunto del movimiento.

      - En segundo lugar, se da una especie de falacia por asociación deduciendo del ansia de igualdad del feminismo un deseo de identificación entre varones y mujeres. Este tipo de falacia suele comenzar con la muletilla "¿No queríais igualdad? Pues...", y consiste en deducir falsamente que dado que el feminismo aspira a que varones y mujeres tengan los mismos derechos y deberes, entonces aboga porque las mujeres hagan lo mismo que los varones y de la misma forma, lo cual es un non sequitur.

      - En tercer lugar, se acusa al feminismo de fomentar lo que se percibe como injusticias o discriminaciones que perjudican a los varones (leyes de custodia de los hijos), cuando dichas injusticias son fruto del machismo. Durante mucho tiempo los varones percibieron que tener que ocuparse de los hijos, y especialmente en caso de separación, era una desventaja, o en cualquier caso algo que correspondía esencialmente a las mujeres. Que esta valoración haya cambiado no significa que el feminismo sea responsable de que los varones, por nuestro machismo de antaño, hayamos cavado nuestra propia tumba como padres. Otra cosa es que algunas mujeres (no el movimiento feminista) luchen por conservar eso que tal vez sea un privilegio al que que no sé si se oponen suficientemente los varones (porque yo sigo viendo varones separados que están encantados de no ocuparse a diario de sus hijos).

      - En cuarto y último lugar, se emplea otra falacia, de pendiente resbaladiza, para criticar el hecho de que no se considere agresión sexual tan solo a las violaciones, sino también a vejaciones o invasiones de la intimidad. Hay dos comentarios en la página mencionada más arriba que no llegan ni a falacia pero que van en ese sentido, acusando a las feministas de exagerar al hablar de agresiones sexuales: "al final será que visteis a alguien diciéndole 'vaya tetas' a alguien en algún sitio" o "que un borracho te toque el culo es una gilipollez". Bien, decir que todas las personas son iguales no significa que un negro no tenga un color de piel distinto del de un blanco, significa que esa diferencia es irrelevante para aquello que define a las personas, su dignidad. De la misma forma, decir que varones y mujeres somos iguales no significa que seamos físicamente idénticos, y es un hecho que la gran mayoría de los varones podría físicamente pegarle una paliza o violar a la gran mayoría de las mujeres, mientras que solo una minoría de mujeres podría físicamente hacer lo mismo con una minoría de varones. Imaginémonos ahora que somos varones más bien enclenques y que nos toca el culo un varón fornido, con el cual no querríamos intimar en absoluto, susurrándonos una procacidad. Garantizo que la sensación sería de total indefensión y de haberse sentido agredido. Y esto no implica que un piropo sea una agresión sexual, tan solo que según las circunstancias podría llegar a serlo. No es cuestión de todo o nada, sino que se trata de una cuestión sensible a los matices y al contexto. Si un desconocido me dice por la calle "eres un cabrón hijo de puta" sin duda será considerado como una agresión verbal, mientras que si me lo dice un amigo mostrándome sana envidia por algún éxito que he obtenido se considerará todo lo contrario. Lo que convierte algo en una agresión (puede ser tan leve como un insulto) es la falta de consentimiento, de confianza, esa es la clave, porque el poder físico del varón sobre la mujer deja a esta indefensa, más allá de la manifestación de su rechazo, frente a las vejaciones y los tocamientos no consentidos.

sábado, 4 de junio de 2011

Feminismo para dummies I

          Muchos de los comentarios que ha suscitado la decisión de la comisión de feminismo de dejar la acampada de Sol revelan una manifiesta hostilidad hacia el movimiento de liberación de las mujeres. Y aunque gran parte de esta hostilidad se debe a machismo puro y duro (y sí, dicho machismo puede venir de parte de mujeres, no es privativo de los varones), en algunos casos se debe tan solo al desconocimiento de lo que es el feminismo. Para esas personas que no son antifeministas pero no lo saben, he aquí una semblanza muy básica (y necesariamente reductora) del feminismo.
          Lo primero es señalar que no existe exactamente "el feminismo", sino más bien "los feminismos", fundamentalmente dos: el de la igualdad y el de la diferencia. La convivencia entre estas dos corrientes no ha sido siempre fácil, y creo que muchos de los mitos que circulan acerca del feminismo que conducen a tacharlo de hembrismo (el reverso femenino del machismo), se deben a algunas argumentaciones extremas a las que llegó la vertiente de la diferencia para hacerse más visible dentro del movimiento feminista. Cada vez es mayor la conciliación entre ambas facciones, pero de aquellos barros nos vienen algunos lodos.
          El feminismo de la igualdad considera que varones y mujeres son esencialmente iguales, y que dicha igualdad esencial implica que no hay diferencias significativas en sus capacidades, con lo cual miembros de ambos sexos deberían desempeñar en completo pie de igualdad las mismas actividades. Una frase histórica de la revolucionaria francesa Olympe de Gouges resume este sentir: "Si las mujeres tienen derecho a subir al patíbulo, también deben tenerlo a subir a la tribuna."
          El feminismo de la diferencia considera que existen partes esenciales de aquello en lo que consiste ser mujer que la lucha por la igualdad ha desdibujado, lo que ha llevado a las mujeres a negarse a sí mismas y a despreciar actividades asociadas tradicionalmente al género femenino cuya importancia había sido invisibilizada y que habría que destacar. Una de las divisas de esta facción es la de "lo privado también es público".
          Como he dicho más arriba, estas dos corrientes han defendido en ocasiones tesis contradictorias que las han llevado a enfrentamientos directos, pero creo que puede afirmarse que hay al menos tres ideas en las que coinciden la inmensa mayoria de feminismos:
               - No existe aún, ni ha existido nunca, una igualdad efectiva entre varones y mujeres (por ejemplo, es un hecho que la inmensa mayoría de los ingenieros en España son varones).
              - Los varones han dominado y aún dominan a las mujeres (por ejemplo, respecto al poder económico, las mujeres representan la mitad de la población mundial pero poseen una décima parte del dinero que circula por el mundo y una centésima parte de todas las propiedades, según datos de Naciones Unidas).
               - Las mujeres no son ni superiores ni inferiores a los varones, aunque ello no significa que sean equivalentes (por ejemplo, el cerebro de un varón y el de una mujer no son idénticos, el de aquel suele estar mejor preparado para resolver problemas de orientación espacial y el de ella para problemas de cálculo, pero dichas diferencias no conllevan superioridad ni inferioridad intelectual alguna).
          Estas tres ideas no hacen sino señalar un hecho: constatan una desigualdad injusta en favor del varón, que difícilmente nadie podrá negar. Y dado que esta desigualdad es injusta, el feminismo consiste en la lucha por deshacer esa injusticia. El objetivo es claro y compartido por la práctica totalidad de los feminismos, aunque existen numerosas divergencias en cuanto a los medios a emplear para lograr dicho objetivo: la igualdad efectiva entre varones y mujeres.
          En ningún caso el feminismo es el extremo contrario del machismo, porque el feminismo no defiende la superioridad de la mujer sobre el varón, solo siglos de dominación masculina nos hacen en ocasiones percibir legítimas demandas en favor de la igualdad como intentos de sustituir la tiranía del varón por la de la mujer. Por ello la primera medida del feminismo es quitarnos las anteojeras sexistas, que por desgracia llevamos muy firmemente asentadas.
         
          Para terminar, quisiera explicar por qué tiene sentido que en Sol haya un cartel que reza "la revolución será feminista, o no será". Tradicionalmente los movimientos emancipatorios se las han apañado para, o bien apartar a las mujeres de la lucha, o bien utilizarlas sin ser sensibles a su propia lucha. Así la revolución francesa culminó con una Declaración Universal de Derechos del Ciudadano que no incluía en la categoría de "ciudadano" a las mujeres, y la II República Española concedió el voto a las mujeres aunque las izquierdas empleaban como argumento para negárselo que "el voto de las mujeres era un voto de derechas" (y por apoyar el voto femenino, Clara Campoamor no fue admitida en Izquierda Republicana). La lucha de las mujeres es especialmente complicada porque el sexo es una categoría transversal: la mujer puede ser negra, pertenecer al tercer mundo, pertenecer a una clase social oprimida... y siempre se le pide que renuncie a su propia lucha en aras de una lucha de orden superior. Pues bien, no hay ninguna lucha por encima de aquella que persigue reparar una injusticia que comete la mitad de la humanidad sobre la otra mitad, y que además no es incompatible con cualquier otra lucha., y por ello el movimiento 15M ha de ser feminista, aunque solo sea en sus formas.

P.S. He tratado de ser tan conciliador como he podido con los muchos feminismos que existen (al fin, tantos como feministas) y sé que faltan cosas importantes (como la distinción entre sexo y género, qué es el patriarcado), pero no se trataba tanto de hacer aquí un artículo enciclopédico sobre el feminismo como de mostrar mi solidaridad con nuestras compañeras de Sol.
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